sábado, 6 de octubre de 2012

Héctor Alterio: Uno de los grandes


Desde mucho antes que me convirtiera en un aficionado al mundo del cine (entiéndase a algo más que ver las películas y me animara a bucear en lo que había detrás), siempre tuve la conciencia que Héctor Alterio era uno de esos actores con mayúsculas, uno de esos encantadores de espectadores que con sus gestos y su forma de actuar te dejaban hipnotizado.

Su nombre completo es Héctor Benjamin Alterio Onorato y nació en Buenos Aires en 1929. Al finalizar sus estudios de arte dramático, crea la compañía Nuevo Teatro, que le supone ser un renovador de la escena argentina de la década de los 60. Su debut en los escenarios se produjo mucho antes, en 1948, cuando protagonizó Prohibido suicidarse en primavera una obra escrita en 1937 por Alejandro Casona.

En 1950 fundó la compañía Nuevo Teatro, la que tuvo a pleno rendimiento hasta 1968. Pero se hizo famoso sobre todo por sus trabajos en el cine que empezaron en 1965 con Todo sol es amargo, de Alfredo Mathé. En los siguientes años Alterio intervino en algunas de las mejores películas de la entonces nueva generación de cineastas argentinos. Ha hecho colaboraciones con Fernando Ayala en Argentino hasta la muerte, 1970, Juan José Jusid en La fidelidad, 1970, Héctor Olivera en La venganza del beto Sánchez, 1972 y La Patagonia rebelde, 1974, Oso de Plata en Berlín. Y el más destacado de ellos, Leopoldo Torre Nilsson en El santo de la espada, 1969, La maffia, 1971 y Los siete locos, 1972.

En 1975, mientras se encontraba en España, fue amenazado de muerte por la Triple A, por lo que decide no regresar a su país, y residir desde entonces en España, donde consigió también la nacionalidad española.

Desde 1975, Alterio también ha tenido participación en muchas producciones españolas, dejando memorables creaciones en A un dios desconocido (1977) de Jaime Chávarri, con la que obtuvo el premio al mejor actor en el Festival de San Sebastián; El crimen de Cuenca (1979) de Pilar Miró; El nido (1980) de Jaime de Armiñán, película nominada al Óscar y premio al mejor actor de la Asociación de Cronistas de Nueva York; o Don Juan en los infiernos (1991) y El detective y la muerte (1994); ambas películas de Gonzalo Suárez.

Sin embargo no dejó de participar en numerosas películas de su país de origen. Curiosamente, él fue uno de los protagonistas principales en cuatro de las primeras cinco películas de ese país que llegaron a ser candidatas en la instancia final del Óscar a la mejor película de habla no inglesa, e incluso una de ellas lo ganó. Dichas películas fueron: La tregua (1974), Camila (1984), La historia oficial (1985) (que ganó el premio), y El hijo de la novia, (2001).

Sus hijos, Ernesto Alterio y Malena Alterio también son actores. En 2003 recibió el Goya de Honor y en 2010 el Cóndor de Plata a la trayectoria.

Os dejo algunas frases dichas por este sensacional actor:

«El hombre arriesga su propia vida cada vez que elige, ¡y eso lo hace libre!».

«El talento no tiene sexo».

"Teníamos una actitud monacal de defensa del teatro independiente, que me llevó a decirle que no a muchas propuestas gordas, interesantes. En esa época estábamos trabajando todos ad honórem, y más de una vez tuve que rechazar un sueldo". (refiriéndose a su etapa con el grupo Nuevo Teatro)

"Nadie puede decir 'soy apolítico' porque esa palabra no existe. Al salir a la calle, aun en la actitud de salir para decir que no, uno está ejerciendo la política. Elegir el 'no me meto' es colaborar con algo para que eso continúe: ¿no es política eso?".

"Los argentinos siempre hemos exportado frases y actitudes: la palabra desaparecidos, los cacerolazos, el 'no te metás'... Y el 'por algo será', que es una frase dolorosísima, y lo sé porque me tocó directamente a mí".

"La gente más grande, que tiene buena memoria, le reprocha al gobierno actual español que no deje de cuidar los intereses de los empresarios que han puesto dinero en Argentina. Me pasa varias veces que un español medio me para en la calle y me dice: "Oye, mira, aquí el Gobierno no hace lo que tiene que hacer con vuestro país, porque vosotros fuisteis los únicos que nos ayudaron a sobrellevar la hambruna en la Guerra Civil. Cuando todos nos daban la espalda ustedes nos mandaron trigo"

"Que alguien se muera haciendo lo suyo puede ser bárbaro como consuelo para el que se queda, pero no debe importarle demasiado el que se va".

Cineclásicajazz Pizcadelodemás

Carta de Leon Tolstoi a Gandhi




A.M.K. Gandhi

Johannesburg, Transvaal, Sudáfrica.

Kotschety, 7 de septiembre de 1910.

He recibido su diario "Indian Opinión" y me he alegrado de conocer lo que informa de los no resistentes absolutos. He sentido el deseo de expresarle los pensamientos que ha despertado en mí la lectura.
Cuanto más vivo -y sobre todo ahora que siento con claridad la proximidad de la muerte-, más fuerte es la necesidad de manifestarme sobre lo referente a lo que más vivamente interesa a mi corazón y sobre lo que me parece de una importancia inaudita. Es, a saber: que lo que se llama no resistencia resulta ser, a fin de cuentas, la enseñanza de la ley del amor, no deformada todavía por interpretaciones mentirosas. El amor o, en otros términos, la aspiración de las almas a la comunión humana y a la solidaridad, representa la Ley Superior y única de la vida. Y eso cada uno lo sabe y lo siente en lo profundo de su corazón (nosotros lo vemos muy claramente en el niño); lo sabe todo el tiempo en que permanece fuera del engaño, de la trama de la mentira, del pensamiento del mundo.
Esta ley ha sido promulgada por todos los sabios de la humanidad: indios, chinos, hebreos, griegos y romanos. Ella ha sido, yo creo, expresada lo más claramente por Cristo, que ha dicho en términos exactos que esta ley contiene toda la ley y todos los profetas. Pero hay más: previendo las deformaciones que amenazan dicha ley, ha denunciado expresamente el peligro de que sea desnaturalizada por las gentes cuya vida está entregada a los intereses materiales. Tal peligro radica en que se creen autorizados a defender sus intereses por la violencia, o según su expresión, a devolver golpe por golpe, a recuperar por la fuerza lo que ha sido arrebatado por la fuerza, etc. Él sabía (como lo sabe todo hombre razonable) que el empleo de la violencia es incompatible con el amor, que es la más elevada ley de la vida. Sabía que en cuanto se admitiese la violencia en un solo caso, la ley estaba, de hecho, abolida. Toda la civilización cristiana, tan brillante en apariencia, ha creado este equívoco y esta extraña contradicción flagrante, en algunos casos deliberada, pero más a menudo inconsciente.
En realidad, en cuanto la resistencia por la violencia ha sido admitida, la ley del amor queda sin valor y ya no puede tenerlo más. Y si la ley del amor queda sin valor, no hay ninguna ley, excepto el derecho del más fuerte. Así vivió la cristiandad durante diecinueve siglos. Por lo demás en todos los tiempos, los hombres han tomado la fuerza como principio guía de la organización social. La diferencia entre las naciones cristianas y las otras no es más que esto: en la cristiandad, la ley del amor había sido planteada clara y exactamente como en ninguna otra religión, y los cristianos la han aceptado solemnemente, aunque hayan considerado como lícito el empleo de la violencia y hayan fundamentado su vida sobre la violencia. De modo que la vida de los pueblos cristianos es una contradicción completa entre su confesión y la base que la sustenta. Entre el amor, que debe ser la ley de la acción, y la violencia, que está reconocida bajo formas diversas, tales como: gobierno, tribunales y ejércitos declarados y aprobados. Esta contradicción se ha acentuado con el desarrollo de la vida interior y ha llegado al paroxismo en estos últimos tiempos.
Hoy la cuestión se plantea así: sí o no. ¡Hay que escoger! O bien admitir que no reconocemos ninguna enseñanza moral y religiosa, o dejarnos guiar en la conducta de nuestra vida por el derecho del más fuerte. O bien obrar de manera que todos los impuestos cobrados por obligación, todas nuestras instituciones de justicia y de policía, y ante todo el ejército, sean abolidos.
Durante la primavera última, en el examen religioso de un instituto de jóvenes, en Moscú, el instructor religioso primero y después el arzobispo que asistía a él, han interrogado a las niñas sobre los diez mandamientos y, principalmente, sobre el quinto: "¡No matarás!". Cuando la respuesta era exacta, el arzobispo añadía con frecuencia esta pregunta: ¿Está siempre y en todos los casos prohibido matar por la ley de Dios?". Y las pobres niñas, pervertidas por los confesores, debían responder y respondían: "No, no siempre, pues en la guerra y en las ejecuciones está permitido matar". Sin embargo, una de estas desgraciadas criaturas (esto me ha sido contado por un testigo visual), habiendo recibido la pregunta de costumbre: "¿Matar es siempre un pecado?", enrojeció y dijo decidida: "¡Siempre!" Y a todos los sofismas del arzobispo, replicó inquebrantable que estaba prohibido siempre y en todos los casos matar. Eso, ya por el Viejo Testamento, en cuanto a Cristo, no solamente prohibido matar, sino hacer daño al prójimo. A pesar de toda su majestad y su habilidad oratoria, el arzobispo tuvo que cerrar la boca y la joven triunfó.
¡Sí, nosotros podemos divagar en nuestros periódicos acerca del progreso de la aviación, las complicaciones de la diplomacia, los clubs, los descubrimientos, las llamadas obras de arte, y silenciar lo que ha dicho esta joven! Pero no podemos ahogar el pensamiento, puesto que todo hombre cristiano siente como ella, más o menos oscuramente. El socialismo, la anarquía, el ejército de salvación, la criminalidad reciente, el paro, el lujo monstruoso de los ricos que no cesa de aumentar, y la negra miseria de los pobres, la terrible progresión de los suicidios; todo este estado de cosas testimonia la contradicción interior que debe ser y que será resuelta. Resuelta verdaderamente en el sentido del reconocimiento de la ley del amor y de la condena de todo empleo de la violencia. A esto responde su actitud en el Transvaal, que nos parece a nosotros en el fin del mundo y que se encuentra, sin embargo, en el centro de nuestros intereses; y es la más importante de todas las de la tierra de hoy; no solamente los pueblos cristianos, sino todos los pueblos del mundo tomarán parte en ella.
Le será tal vez agradable saber que en nuestro país, en Rusia, una agitación parecida se desarrolla rápidamente con las negaciones al servicio militar, que aumentan de año en año. Aunque débil todavía entre ustedes el número de los no resistentes y entre nosotros el de los refractarios, los unos y los otros pueden decirse: "Dios está con nosotros. Y Dios es más poderoso que los hombres".
En la profesión de fe cristiana, aun bajo la forma del cristianismo y en la creencia simultánea de la necesidad de ejército y armamentos para las enormes carnicerías de la guerra, existe una contradicción tan manifiesta que debe, tarde o temprano -probablemente demasiado temprano- manifestarse en toda su desnudez. Entonces será preciso, o bien aniquilar la religión cristiana, sin la cual, sin embargo, el poder de los Estados no se podría mantener, o suprimir el ejército y renunciar a todo empleo de la fuerza, que no es menos necesario a los Estados. Esta contradicción es observada por todos los gobiernos, tanto por el de ustedes, británico, como por el nuestro, ruso; y por instinto de conservación, ellos persiguen a los que la descubren, con más energía que a toda actividad enemiga del Estado. Nosotros lo hemos visto en Rusia y lo vemos por lo que publica su periódico. Los gobiernos saben muy bien dónde está el más grave de los peligros que amenaza, y no son solamente sus intereses los que ellos protegen tan vigilantes. Ellos saben que combaten por el ser o no ser.
León Tolstoi


Publicado en Cuentos populares (II), Buenos Aires, Longseller, 2004

Música en imágenes.- Grandes fotografías de los mejores músicos


Duke Ellington, según el fotógrafo Herman Leonard

Álbumes: Música en imágenes.- primera parte
Música en imágenes.- segunda parte
Música en imágenes.- tercera parte
Música en imágenes.- cuarta parte
Música en imágenes.- quinta parte

Man Ray.- Semblanza e imágenes


MAN RAY

Man Ray es uno de los fotógrafos más importantes del dadaísmo estadounidense de la primera década de siglo XX junto a Marcel Duchamp y Francis Picabia, así como del surrealismo europeo de los años veinte y treinta. Su papel en dicho movimiento comenzó tras un largo periodo de aprendizaje en diversos lugares. Primero en Nueva York, a través de los consejos del fotógrafo Stieglitz, quien le insiste para que participe en la famosa exposición del Armory Show (1913), cuyo escándalo la convirtió en el punto de partida de la vanguardia norteamericana. Y, después en París, sus primeros trabajos se encaminan hacia el cubismo y hacia investigaciones personales con la realización de pinturas con aerógrafo como Seguidilla (1919). Se trataba de crear un nuevo arte, combinando la pintura y la fotografía para llegar a la mayor confusión entre una y otra. Muy pronto se encuentra elaborando y fotografiando elementos abstractos sacados de objetos cotidianos como Gift (1921). Ya en la década de los veinte consigue ser fotógrafo profesional y desarrolló la técnica de la fotografía sin cámara, cuyo resultado eran imágenes en blanco y negro, las llamadas rayografías. Colocaba objetos sobre el papel fotográfico que determinaban nuevas y originales formas. Dentro del surrealismo filmó varias películas como "Le retour à la raison" (1923), "Emak Bakia" (1926), "L' étoile de mer" (1928) o "Les mystères du Château du dé" (1929). En esa misma etapa vuelve a la construcción de objetos y a la pintura con rasgos totalmente asimilados del grupo surrealista como Observatoire du Temps (1932-1934).Sus últimos trabajos los realiza en Estados Unidos, concretamente en Hollywood durante la década de los cuarenta, participando en la película de H. Richter "Dreams that money can buy" (1944) y pintando la serie Ecuaciones shakespearianas (1948).

(Tomado de ARTEHISTORIA)



El Diario de Frida Kahlo


FRIDA KAHLO.-  DIARIO








“Porqué le llamo mi Diego? Nunca fue ni será mio. Es de él mismo.”

“Pies para qué los quiero
si tengo alas para volar”

“Hoy Diego me besó
Cada momento, él es mi niño,
mi niño nacido, cada ratito,
diario, de mi misma.”

“Tú también sabes que todo lo que mis ojos ven y que toco conmigo misma, desde todas las distancias, Diego. La caricia de las telas, el color del color, los alambres, los nervios, los lápices, las hojas, el polvo, las células, la guerra y el sol, todo lo que se vive en los minutos de los no-relojes y los no-calendarios y de las no-miradas vacías, es él. Tú lo sentiste, por eso dejaste que me trajera el barco desde el Havre, donde tú nunca me dijiste adiós. Te seguiré escribiendo con mis ojos, siempre.” (Carta)

“Mi Diego: Espejo de la noche. Tus ojos espadas verdes dentro de mi carne, ondas entre nuestras manos. Todo tú en el espacio lleno de sonidos –en la sombra y en la luz. (…) Tu eres todas las combinaciones de los números. La vida. Mi deseo es entender la línea la forma la sombra el movimiento. Tu llenas y yo recibo. Tu palabra recorre todo el espacio y llega a mis células que son mis astros y vá a las tuyas que son mi luz. Fantasmas”

“¿Quién diría que las manchas viven y ayudan a vivir? Tinta, sangre, olor. (…)”

“Nadie sabrá jamás como quiero a Diego. No quiero que nada lo hiera, que nada lo moleste y le quite energía que él necesita para vivir. Vivir como a él le dé la gana. Pintar, ver,amar, comer, dormir, sentirse solo, sentirse acompañado, pero nunca quisiera que estuviera triste. Si yo tuviera salud quisiera dársela toda si yo tuviera juventud toda la podría tomar (…)"

“Años.
Esperar con la angustia
guardada, la columna
rota, y la inmensa mirada,
sin andar, en el vasto
sendero…
moviendo mi vida cercada
de acero.
Diego!”

“Espero alegre la salida –y espero no volver jamás- FRIDA “

(Últimas palabras escritas en el diario)

-Palabras de CARLOS FUENTES, del prólogo para el Diario, con las que describe su primer encuentro con Frida:

“Era la entrada de una diosa azteca, quizá Catlicue, la madre envuelta en faldas de serpientes, exhibiendo su propio cuerpo lacerado y sus manos ensangrentadas como otras mujeres exhiben sus broches. Quizá era Tlazolteotl, la diosa tanto de la pureza como de la impureza, el buitre femenino que devora la inmundicia a fin de purificar al mundo. O quizá se trataba de la Madre Tierra española, la Dama de Elche, radicada en el suelo gracias a su pesado casco de piedra, sus arracadas tamaño rueda de molino, los pectorales que devoran sus senos, los anillos que transforman las manos en garras.
¿Un árbol de navidad?
¿Una piñata?
Frida Kahlo era una Cleopatra quebrada que escondía su cuerpo torturado, su pierna seca, su pie baldado, sus corsés ortopédicos, bajo los lujos espectaculares de las campesinas mexicanas, que durante siglos han escondido celosamente las antiguas joyas, protegiéndolas de la pobreza, mostrándolas sólo en las grandes fiestas de las comunidades agrarias. Los encajes, los listones, las rumorosas enaguas, las trenzas, los huipiles, los tocados tehuanos enmarcando como lunas ese rostro de mariposa oscura, dándole alas: Frida Kahlo, diciéndonos a todos los presentes, que el sufrimiento no marchitaría, ni la enfermedad haría rancia, su infinita variedad femenina.”




Frida Kahlo, la popular y controvertida pintora mexicana, reflejó los últimos años de su atormentada vida en un famoso diario, publicado por primera vez en su totalidad en 2002. “Espero una salida feliz y espero no volver jamás” fueron las últimas palabras de la artista en el citado manuscrito.
Nacida en Coyoacán, en 1907, Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón hizo de la rebeldía una forma de vida desde su más tierna infancia. “Nací con la Revolución”, llegó a afirmar, haciendo alusión al México moderno que siempre deseó..
Su carrera como pintora comenzó cuando conoció a Diego Rivera, prestigioso muralista con quien se casó en 1929. Fue precisamente su marido quien más influyó en las creaciones surrealistas y expresionistas de la autora, no en vano formó parte esencial en la vida que Frida pintó.
Frida Kahlo quedó marcada por la desgracia: enfermedades, operaciones, accidentes, amputaciones… Tanto que acabó sus últimos años deprimida y llena de dolor, lo que la llevó a intentar suicidarse en un par de ocasiones antes de morir en 1954.
El Diario ilustrado de Frida Kahlo refleja los últimos diez años de una vida turbulenta.
Es un documento a veces apasionado, otras sorprendente e íntimo, custodiado bajo llave durante aproximadamente cuarenta años, que revela nuevos rasgos de la compleja personalidad de esta destacada artista mexicana. En 170 páginas, abarca el período que va de 1944 a 1954, y recoge los pensamientos, poemas y sueños de Frida, al tiempo que pone de manifiesto la tormentosa relación que mantuvo con Diego Rivera. Las setenta acuarelas -expresivos esbozos, numerosos autorretratos de gran elegancia y algunos cuadros terminados- proporcionan distintas visiones del proceso creativo de la artista y, al mismo tiempo, muestran con qué frecuencia ésta acudía a su diario para desarrollar las ideas que posteriormente plasmaría en sus lienzos.
Las anotaciones, escritas en letra redonda y clara con tinta de colores brillantes, resultan casi decorativas, añadiendo un gran atractivo visual al texto. La infancia de Frida, su sensibilidad política y su pasión por Diego aparecen realzadas por el ingenio de las frases y el carácter obsesivo de las imágenes.
Si bien no es poco lo que durante estos años se ha publicado sobre esta mujer extraordinaria, el arte y la vida de Frida Kahlo continúan causando admiración en todo el mundo. Este personal documento, editado en un facsímil a todo color, aporta un nuevo enfoque para comprender mejor la original y enérgica visión del mundo de esta mexicana, al tiempo que desvela su enorme coraje ante las más de treinta y cinco operaciones a las que tuvo que someterse para intentar corregir las secuelas de un accidente que sufrió a los dieciocho años

Carta de despedida de Vladimir Maiakovski




Carta de despedida de Vladimir Maiakovski

¡A todos!
No se culpe a nadie de mi muerte y,
por favor, nada de chismes.
Al difunto le horrorizaban especialmente.
Mamá, hermanas mías, camaradas, perdonadme;
este no es el mejor camino (no se lo aconsejo a nadie),
pero no tengo ninguna otra salida.
Lili ámame.
Camarada gobierno, mi familia es: Lili Brik, mi madre,
mis hermanas y Verónica Vitaldovna Polonskaya.
Si se ocupan de asegurarles una existencia decente, gracias.
Por favor den los poemas inconclusos a los Brik,
ellos sabrán qué hacer.
Como quien dice: El caso está cerrado.
El barco del amor se ha estrellado
contra la vida cotidiana
Y estamos a mano tú y yo.
Entonces ¿para qué reprocharnos mutuamente
por dolores y daños y golpes recibidos?
¡Suerte a los que quedan!

P.d. Camaradas, no piensen que soy débil.
De verdad no se puede hacer nada.
Digan a Ermilov que es una lástima que yo escribiera
La consigna que debimos maldecir.

En el escritorio tengo 2.000 rublos, úsenlos para pagar los impuestos.
Lo que sobre dónenlo a la Casa de Publicaciones del Estado.

Vladimir Maiakovski.
Publicado en Maiakovski, Vladimir, Poesía, Madrid, Visor, 1993. Traducción: José Fernández Sánchez.

Amanece, que no es poco (1988)


AMANECE, QUE NO ES POCO (JOSÉ LUIS CUERDA, 1988)


Puede ser la primera gran intentona del cine español para lograr plasmar películas de humor absurdo como tal, pero con mucho más a su alrededor. La incesante inventiva de Cuerda a la hora de hacer chistes y comentarios jocosos de todas las índoles durante el film consiguen que la mezcla entre verdades como puños y realidad fuera de lo normal sea absolutamente atrayente y llena de hilaridad.

      Las desternillantes escenas de muchos personajes a cada cuál más desastroso y peculiar no dejan un lugar a la tranquilidad en una película que es para esto mismo, para no dejarnos quietos en el sillón. La curia, la Guardia Civil, el campesino, las mujeres, el alcalde, los políticos y los atontados, los locos y los borrachos, todos tienen cabida en una película llena que en ocasiones es incomprensible pero que llega a las almas de los espectadores que intuyen la gracia aunque cueste unos minutos más situarlas con exactitud.
      Uno tiene la sensación durante los primeros minutos de que se están burlando de él, que las cosas están puestas sin criterio, pero poco a poco, con la intencionalidad crítica desde la dirección, los sucesos y a las extrañas vivencias se van colocando en su lugar y aún logran mayor capacidad de risa. Otro capítulo son las interpretaciones, majestuosas, con un grupo de actores que se divierten y entienden a la perfección el tono de sus papeles dejando caer que se lo están pasando bomba en el rodaje.
      En conjunto una joya rara de la filmografía española, recordada por todos, amada por muchos, y con un lugar en la esquina de las películas de casa, por u innegable capacidad de ser distinta, innovadora, divertida y muy especial. Un disfrute que arrasa con los corazones de los que se atreven a dejarse divertir por ella.

     Antonio Resines y Luis Ciges son los principales protagonistas del film, en un elenco terrible de actores que todos hemos conocido en este país, José Sazatornill, Chus Lampreave, Manuel Alexandre, María Isbert, Miguel Rellán, Guillermo Montesinos, Gabino Diego y un largo etcétera.
Nominada en 1990 a tres premios Goya por mejor guión original, sonido y efectos especiales.

El corazón de Ángel (Alan Parker, 1987)

EL CORAZÓN DE ÁNGEL (ANGEL'S HEART.- ALAN PARKER, 1987)

Ficha de la película

A medio camino entre el cine de detectives y el de terror el director Alan Parker realizó en 1987 está inquietante película en donde se representa de manera muy acertada un descenso a los infiernos, una búsqueda que llevará a un hombre a descubrir cosas que pondrán en juego no solo su vida, sino su propia alma.
Harry Angel, un magnifico Mick
ey Rourke antes de llegar a lo que se ha convertido hoy día, es un despreocupado detective especializado en divorcios y fraudes al que la búsqueda del misterioso Johnny Favourite le viene algo grande, sin embargo la avaricia de los honorarios que cobrará (al principio 125 para luego pasar a 5000 dólares) hace que acepte el caso. Así pues tendríamos la trama policíaca del detective y su investigación a través de personas que conocieron a Favourite y que resultarán muertas en circunstancias no muy normales, y que nos encauza al terreno de lo sobrenatural. Un terreno que pisa la película a través del vudú y de ritos religiosos bastante macabros, dentro de un ambiente en donde predominan habitaciones con ventiladores que se entrecortan cambiando continuamente de dirección y que simbolizan la vida de las personas que viven en dichas estancias. La utilización que hace Parker de dichos elementos es de lo más reivindicativo, pues consigue una atmósfera inquietante que rodea cada secuencia en que aparecen, y que remarca con la acertada música de Trevor Jones.
El montaje de la película es muy interesante, introduciendo en momento oportunos la imagen ensombrecida de un ascensor al que entra un hombre y que se pone en marcha para ir descendiendo. Momento para recordar el inteligente uso que hace al montar paralelamente el baile de claque de un niño en la calle con la imagen de Angel en la casa de la antigua amante de Favourite (Charlotte Rampling) al ritmo de un latir que lo lleva a descubrir algo espeluznante y que pondrá fin a todo sonido.
Las imágenes desagradables no están exentas en el film, sino que las contemplamos en toda su crueldad (bueno, una por suerte no, sería muy fuerte). Incluso se produce un acto vil y cruel que descubrimos en la secuencia final de la película cuando nuestro detective ha atado todos los cabos.

Sin embargo esta película será recordada porque, para mi opinión, tiene uno de las mejores representaciones del diablo que nos ha dado el cine. El cliente de Angel, el señor Louis Cyphre no es otro que el mismísimo Anticristo (si bien su propio nombre humano es un chiste barato como bien le dice Angel), que ha venido para cobrar la deuda que tenía con Favourite: el alma de este le pertenece. La presencia del Diablo en el film no es monstruosa ni abominable, sino todo lo contrario. Su presentación es mediante un plano detalle de sus dedos con largas uñas dando vueltas a su inseparable bastón para luego pasar a un plano más abierto en donde descubrimos a un elegante hombre con barba y coleta. Cada secuencia en que aparece la película alcanza otro nivel, y cuando no está en pantalla lo tenemos en mente, es el ser omnipresente que rodea lo que le ocurre a Angel en su turbulenta búsqueda. Puede que me gusté tanto las apariciones del Señor del Infierno porque le da vida Robert De Niro, quien al contrario que Nicholson en “Las Brujas de Eastwick” donde daba rienda suelta a sus histrionismo o a Pacino que lo representaría años después en “Devil´s Avocate” y al que se le iba un poco la pinza al final del estimable film, De Niro construye su Diablo por medio de la calma, sin apenas moverse, consiguiendo intimidar al más pintado. Sus apariciones se resumen en cuatro de las cuales son memorables dos: la que tiene lugar en una cafetería y donde a medida que va rompiendo la cáscara de un huevo hace un símil entre este y el alma, y la que tiene lugar en una Iglesia y que no deja de tener su gracia. El enfrentamiento final, y donde se descubre todo, podría haber sido más memorable si no se hubiera caído en lo típico que es asustar al personal “pintando” los ojos a De Niro para que dé más miedo (ya puestos podrían haberle puesto cuernos y cola), aunque puede tener explicación para reforzar el plano final antes de los créditos.

El título “El Corazón del Ángel” hace referencia a Angel, nuestro protagonista, como también podría hacerlo a un Ángel caído, un Ángel que no se ha enfrentado a Dios, sino a Satanás, al que ha intentado engañar por medios inimaginables, pero al que se le ha olvidado el famoso dicho de que “El Diablo sabe más por viejo que por diablo”, y que debe prepararse para pagar la deuda pendiente que tiene. Una deuda que lo conducirá en un ascensor ensombrecido al infierno.

W.A. Mozart.- Cartas a su padre

París, 9 de julio de 1778

"Monsieur mon très cher père, (...) Los franceses son, y siguen siendo, unos verdaderos asnos: no saben hacer nada; necesitan que se lo hagan los extranjeros. Hablé con Piccini, en el Concert Spirituel.. Es muy amable conmigo, y yo lo soy con él... cuando nos encontramos así, por casualidad...
Por lo demás no he hecho amistades... ni con él ni con otros compositores... Yo me dedico a lo mío... y ellos se dedican a lo suyo... Y eso basta. Ya le he dicho a usted que mi Sinfonía tuvo un éxito incomparable en el Concert Spirituel…Si consigo que me encarguen una ópera tendré bastantes preocupaciones... Pero no me importaría mucho, porque ya me he ido acostumbrando. ¡Si al menos esta maldita lengua no fuera tan abominable para la música! ¡Es una lástima!... El alemán, en comparación, es divino. Y luego, esos cantantes y esas cantantes... No habría que llamarlos así: si es que no cantan; chillan, aúllan... a pleno pulmón, por nariz y garganta (...) Adiéu. Le beso 100.000 veces las manos, abrazo a mi hermana de todo corazón, y soy su hijo obedientísimo. "

W.A.M.

Retrato de familia

Viena, 9 de mayo de 1781

"Mon très cher père! ¡Todavía estoy lleno de cólera!... y usted, mi excelente, mi queridísimo padre, lo estará sin duda conmigo... Se ha puesto a prueba mi paciencia durante tanto tiempo. Hasta que al final no ha podido más. Ya no tengo la desgracia de estar al servicio del soberano de Salzburgo... Hoy ha sido un día de felicidad para mí. Escuche. Por dos veces ya, ese... no sé cómo debo llamarlo... me ha dicho a la cara las mayores tonterías e impertinencias, de tal calibre que no he querido escribírselas y así evitarle a usted el trago... y por tenerle siempre a usted ante los ojos, amado padre, no me he vengado allí mismo. Me ha llamado bribón, y disoluto... me ha dicho que me fuera al diablo... Y yo... lo he soportado todo. Me daba III cuenta de que no sólo era mi honor, sino también el de usted el que era herido... pero... usted lo quería así...: me callé... y ahora escuche... 
Hace ocho días subió de improviso el mensajero y me dijo que me largara en aquel mismo instante... todos los demás habían sido avisados la víspera, solamente yo no... Así que recogí deprisa todas mis cosas en el cofre y... la anciana Madame Weber tuvo la amabilidad de ofrecerme su casa. Allí tengo una bonita habitación y estoy entre gentes serviciales, que están a mi disposición para todo aquello que a menudo se requiere rápidamente y que a uno le falta cuando vive solo (...) Hoy, cuando me presenté allí, los ayudas de cámara me dijeron que el Arzobispo quería darme un paquete para que me lo llevara... Pregunté si era urgente. Me contestaron que sí, y de una gran importancia (...) Cuando me presenté ante él, lo primero que dijo fue: «Bueno, ¿cuándo se marcha este chico?» «Yo quería (le contesté) marcharme esta noche, pero no había ninguna plaza libre...». Entonces él siguió, de sopetón: ...que soy el mequetrefe más gandul que conocía...; que nadie le ha servido peor que yo...; que me aconseja que me vaya hoy mismo, de lo contrario escribirá para que me supriman el sueldo. Imposible que yo dijera una palabra: aquello crecía como un incendio. 
Yo escuchaba todo aquello con calma... Me ha mentido a la cara al hablar de 500 florines de sueldo... Me ha llamado canalla, piojoso, cretino... ¡Oh!, no podría contarle a usted todo. Por fin, como la sangre ya me hervía demasiado, le digo: «Entonces, ¿Su Alteza no está contento conmigo?» «¡Cómo! ¿Quiere amenazarme este cretino? ¡Ahí está la puerta! ¡Con semejante bribón no quiero volver a tener nada que ver!»... Para acabar, volví a intervenir: «¡Y yo con vos tampoco!» «¡Entonces, fuera!» Y yo, al retirarme: «Como quedamos así, mañana recibirá mi dimisión por escrito.» Dígame, pues, amadísimo padre, si no lo dije más bien demasiado tarde que demasiado pronto. Ahora escuche... mi honor es para mí lo más importante, y sé que para usted es también así... 
No se preocupe en absoluto por mí... Estoy tan seguro de mis asuntos de aquí que me hubiera marchado sin tener la menor razón. Ahora que ya tengo una razón, y hasta tres..., ya no tengo nada que ganar esperando. Au contraire, he sido por dos veces un simple cobarde... ¡ya no podía serlo una tercera vez! Mientras el Arzobispo esté aquí, no daré ningún concierto... La creencia que usted tiene de que así quedo mal con la nobleza y con el mismo Emperador es radicalmente errónea. Aquí el Arzobispo es odiado, sobre todo por el Emperador -precisamente una de las razones de su cólera es que el Emperador no le haya invitado a Luxenburgo-. 
Le enviaré a usted algún dinero con el próximo correo, y así se convencerá de que aquí no me muero de hambre. Por lo demás, le ruego que esté contento, porque es ahora cuando comienza mi fortuna, y espero que mi fortuna será también la suya... Escríbame, en clave, que está usted satisfecho de todo ello -y ciertamente puede estarlo-, pero aparente que me riñe usted severamente, de modo que no pueda reprocharle a usted nada... (...) No me envíe usted más cartas a la Deutsches Haus, ni paquetes. No quiero saber nada de Salzburgo... Odio al Arzobispo hasta el frenesí. Adieu... Le beso 1.000 veces las manos, abrazo a mi querida hermana de todo corazón y soy para siempre su hijo obedientísímo. "

WOLFGANG AMADEUS MOZART


Charles Bukowski en la Televisión Francesa

"Hay un pájaro azul en mi corazón que quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro,
no voy a permitir que nadie te vea."

Bukowski era ya un autor reconocido, sus libros se vendía bien en Estados Unidos pero era sobre todo en Alemania y en Francia donde tenía un mayor éxito. En su primer viaje a Francia —el escritor salió de su país sólo tres veces— lo invitan al prestigioso programa de televisión Apostrophe. El programa se transmitía en horario central, con millones de televidentes, y dedicaba sus entrevistas a los más célebres escritores de todo el mundo durante una hora y media. En el centro de la escena colocaron a Bukowski, profundamente reacio a las entrevistas porque, según él, no hablaba bien, y porque, según su biógrafo, no sabía pronunciar apellidos como Dostoievski. Cuando la transmisión empezó, el escritor rechazó la copa de vino blanco que le ofreció el conductor, Bernard Pívot, y se aferró directamente a la botella. Alrededor de la mesa había otros invitados. La primera intervención de Bukowski fue así: “Conozco a muchos escritores norteamericanos a los que les encantaría estar ahora en este programa. No significa tanto para mí”. Le interrumpió una escritora francesa, pero Bukowski la silenció diciendo: “Bueno, no sé si es usted una buena escritora o no. Levántese la pollera para que le pueda ver las piernas y le diré si es una buena escritora o no”. Se terminó dos botellas de vino, se levantó y se fue en la mitad de una conversación. Al día siguiente ya se habían agotado miles de ejemplares de las ediciones francesas de sus libros.
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— con Celia Valdelomar Codejon.

Un poco de chocolate - 2008 - Aitzol Aramaio



UN POCO DE CHOCOLATE - 2008 - 96' - España
DIRECTOR: Aitzol Aramaio
REPARTO: Héctor Alterio, Daniel Brühl, Julieta Serrano, Bárbara Goenaga, Gorka Otxoa, Ramón Barea, Mikel Albisu, Marián Aguilera

Busco cada noche en mi colección de películas una, maravillosamente aconsejada, con la que disfrutar irremediablemente de las bondades de una historia magníficamente contada. Pocas veces en realidad me veo contrariado con lo que elegí, pero también son pocas las veces que termino sorprendido y realmente conquistado. Eso tan extraño fue lo que ocurrió esta noche después de ver esta maravillosa y tierna película: "Un poco de chocolate". ¡Vaya actorazo que es Hector Alterio, que maravilla encontrar tanta bondad en un formato tan humilde y tan cariñosamente acabado! Hoy he disfrutado como hacía tiempo que no ocurría con una película de cine, y conste que puede tener algo que ver algún traguito de más que me di en el transcurso de la misma, pero ya sabemos también el adagio que mantiene "in vino veritas" con lo que la cosa no puede ir muy descaminada. No es una crítica cinematográfica muy seria, pero es sentida. Así que si podéis haceros con ella, os aseguro que la disfrutareis. Os reconoceré que tiene crítica que enfatizan un exceso de ternura y azúcar, pero yo que estoy acostumbrado a las tartas tiernas y dulces de mi mujer, la encontré sencillamente deliciosa. ¡Y todavía hay quien se queja del cine español!!!! Mejor que todo el Hollywood, incluso clásico, que llevo visto en los últimos meses!!!!

 
En la foto de izquierda a derecha: Hector Alterio, Julieta Serrano, Bárbara Goneaga y Daniel Brül.


SINOPSIS: Lucas y María son dos viejos hermanos que comparten una casa llena de recuerdos de las personas que han amado. Saben que antes o después, también ellos emprenderán el último viaje. Marcos y Roma son jóvenes pero están solos. Ella es enfermera y pinta ventanas que embellecen las vistas desde su habitación. Marcos anda sin rumbo agarrado a su acordeón y a un montón de preguntas. Un día, el azar los reúne y, desde entonces, Lucas y María van a contagiar con su manera de ser a Roma y a Marcos. (FILMAFFINITY)

GUIÓN: Aitzol Aramaio, Michel Gaztambide (Novel: Unai Elorriaga)
MÚSICA: Bingen Mendizabal
FOTOGRAFÍA: Gonzalo Berridi
PRODUCTORA: Tusitala P.C. / Mundo Ficción

Los datos de la ficha han sido tomados de Filmaffinity:
http://www.filmaffinity.com/es/film706553.html



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