jueves, 31 de enero de 2013

Buscando respuestas


 
No he logrado mucha información sobre esta sensacional imagen, no sé quien es el fotógrafo que la hizo, si es famoso o no, ni que título podría tener la imagen. Sólo he llegado a saber que fue tomada el 8 de octubre de 1940 en Londres, tran un bombardeo de la aviación alemana y que entre otros destrozos dejó esta librería (hay quien mantiene que puede ser la Biblioteca Holland House) en tan lamentable estado. Tras el miedo de las bombas volvió a abrirse camino la curiosidad, la misma que ahora nos asalta a nosotros al ver la imagen de este joven ensimismado en su lectura en medio de todo ese caos ¿qué estaría leyendo? ¿buscaría respuestas para tanta locura? ¿buscaría una salida? ¿soñaría con otros lugares mejores? Quizás la respuesta sea más sencilla, puede que simplemente intentara recobrar un poco la normalidad y acudía un día más a su librería favorita a buscar un poco de "paz" en esos grandes amigos que son los libros.
 

Baudelaire, un poeta con el pelo verde




En una cita con Gautier, para almorzar en un restaurante de moda, Baudelaire se presenta con el pelo pintado de verde. Sin duda piensa epatar a su amigo y al público en general. Pero transcurre el almuerzo, hablan de cosas y Gautier no da signos de asombro ni de sorpresa:

–Pero ¿tú me has mirado bien, no me notas nada en la cabeza?
–No, la verdad.
–Llevo el pelo verde.
–Ah, bueno, como todo el mundo. Está de moda en París.

Gautier, amigo íntimo de Baudelaire (a él está dedicado el libro Las flores del mal, con elogios excesivos, por cierto), conoce bien al poeta y sus cosas, y no está dispuesto a dejarse epatar una vez más. ¿Por qué tenía Baudelaire, además de su grandeza poética, o quizá pese a ella, esa necesidad de sorprender, de asombrar, de ser diferente?


FRANCISCO UMBRAL, ¿Y cómo eran las ligas de Madame Bovary?, Destino, Barcelona, 2003, pág.15

Oscar Wilde.- El artista



"Una tarde, le vino al alma el deseo de dar forma a una imagen del Placer que se posa un instante. Y se fue por el mundo a buscar bronce, pues sólo en bronce podía concebir su obra. Pero había desaparecido el bronce del mundo entero; en parte alguna del mundo entero podía encontrarse bronce, salvo el bronce sólo de la imagen del Dolor que dura para siempre. Era él quien había forjado esta imagen con sus propias manos, y la había puesto sobre la tumba de lo único que había amado en la vida. Sobre la tumba de lo que más había amado en la vida y había muerto había puesto esta imagen hechura suya, como prenda y señal del amor humano que no muere nunca, y como símbolo del dolor humano que dura para siempre. Y en el mundo entero no había más bronce que el bronce de esta imagen. Y tomó la imagen que había formado y la puso en un gran horno y se la entregó al fuego. Y con el bronce de la imagen del Dolor que dura para siempre esculpió una imagen del Placer que se posa un instante. "

Imagen: A. Rodin.- Mano del diablo

Poema "Ayer" - Mario Benedetti

"Eleven A.M." - Edward Hopper - 1926

MARIO BENEDETTI
AYER

Ayer pasó el pasado lentamente
con su vacilación definitiva
sabiéndote infeliz y a la deriva
con tus dudas selladas en la frente

ayer pasó el pasado por el puente
y se llevó tu libertad cautiva
cambiando su silencio en carne viva
por tus leves alarmas de inocente

ayer pasó el pasado con su historia
y su deshilachada incertidumbre/
con su huella de espanto y de reproche

fue haciendo del dolor una costumbre
sembrando de fracasos tu memoria
y dejándote a solas con la noche.
 

Pierre-Auguste Renoir y los desnudos

Las grandes bañistas - Pierre-Auguste Renoir


En cierta ocasión le preguntaron al pintor Auguste Renoir como lograba dar tanta naturalidad y delicadeza a sus desnudos, a lo que contesto el maestro:

- No hago más que pintar, y pintar y seguir pinta...ndo, hasta que siento ganas de pellizcar. Entonces ya sé que está bien lo que he hecho.

Renoir es un pintor difícil de clasificar y si bien perteneció de lleno a la escuela impresionista, también lo es que se terminó distanciando de la misma por su pasión por los paisajes y sobre todo por los desnudos femeninos, campo en el que es considerado como uno de los más grandes pintores.

Su pasión por la mujer era declarada, y así mantenía:

“Un seno, es redondo, es caliente. Si Dios no hubiese creado el cuello de la mujer, no sé si habría sido pintor.”

Renoir buscaba principalmente captar la mezcla de colores brillantes, estudiar el efecto producido por la luz del sol y crear una belleza gozosa, así que para Renoir el ejercicio de la pintura suponía una especie de placer físico, la sublimación de la atracción física a través de su plasmación en el lienzo. De este modo, cuando hablaba de pintura no eran pocas las veces que terminaba hablando de sus desnudos:

“Arreglo mi motivo a mi gusto, después me alejo y lo pinto como un niño. Quiero que un rojo sea sonoro para que resuene como una campana, si no lo es, agrego rojos y otros colores hasta obtenerlo. No soy más inteligente que eso. No tengo ni regla ni método… Miro un desnudo, veo miríadas de tintes minúsculos. Tengo que encontrar aquellos que harán vivir y vibrar la carne sobre mi tela.”

"Pinto con alegría, con la misma alegría que usted hace el amor con una mujer."

"No tengo reglas ni métodos; cualquiera que vea los materiales que empleo o mi forma de pintar, se dará cuenta de que no hay secretos. Miro un desnudo y descubro miles de matices diminutos. He de encontrar aquel que haga que la carne de mi lienzo viva y tiemble."

"La obra de arte es el medio por el cual el artista expresa su pasión."

"Mi preocupación ha sido siempre pintar desnudos como si fueran unos espléndidos frutos."

Despues de leer estas citas suyas, no cabe duda de la atracción que el cuerpo femenino ejercía sobre este soberbio pintor.