martes, 16 de julio de 2013

Antes del anochecer (Richard Linklater 2013)



"Si ahora nos encontráramos en un tren, ¿te pondrías a hablar conmigo? ¿Me pedirías que me bajara contigo? "


"Te aseguro que ese chico al que a penas recuerdas, el dulce y romántico que conociste en el tren, soy yo."

"Me siento cercana a ti. Pero a veces siento que tú respiras helio y yo oxígeno. "


Hace 18 años, una pareja de jovencísimos actores -Hawke y Delpy- sorprendía al mundo con una comedia romántica que desarrollaba su trama durante una sola noche. En «Antes del amanecer», Jesse y Celine se conocían en un tren que paraba en Viena, y ambos decidían bajarse y recorrer sus calles para hacer tiempo... antes de continuar con sus respectivas vidas. Tras larguísimas conversaciones sobre el amor, la religión o el sexo, se despedían en el andén sin intercambiar sus direcciones: pretendían reencontrarse allí seis meses después. Eso nunca ocurriría. El reencuentro se produciría al cabo de nueve años en una librería de París, a la que Jesse acude para presentar un libro inspirado en aquella mágica noche.

«Antes del atardecer» (2004) muestra a la pareja un poco más madura, consciente de que las oportunidades que presenta la vida no deben dejarse escapar. Los dos recorren la capital francesa, y casi sin darse cuenta llegan hasta la casa de Delpy, donde ella le dice: «Vas a perder ese avión». Él responde: «Lo sé». Fundido a negro. Y de repente estamos en Grecia. Han transcurrido otros nueve años, y el personaje de Hawke se despide de su hijo preadolescente en el aeropuerto. Ha pasado con él las vacaciones de verano... y el pequeño regresa a EE.UU. con su exmujer. Jesse y Celine son una pareja estable con dos hijas gemelas, que apura sus últimas horas junto al Mediterráneo y que se enfrenta a los fantasmas de una relación entre personas de mediana edad.



"Si veo las películas anteriores lo hago por razones profesionales, para construir las siguientes... porque todo lo que recuerdo de mis veinte años es lo jodidamente infeliz que fui. Emocionalmente estaba confusa, sufría...», aseguraba Delpy entre risas. «A esa edad tenemos tanta ansiedad e inseguridad... Yo estaba lleno de miedos por no llegar a convertirme en la persona que quería ser», corroboraba Hawke. «Y los cuarenta son mejores que los treinta», ironizaba el director, «pero a los cincuenta todo empieza a ir cuesta abajo». Los tres rieron con fuerza.

Pero retomamos el tema pendiente. ¿Por qué «Antes del anochecer» ha sido la entrega de la trilogía más difícil de abordar? «Es la más aterradora porque nos hemos metido en un terreno más peligroso. Es casi un tabú en Hollywood...», comenzaba Delpy, «hablar sobre la parte central de una relación», remataba Hawke. «La gente habla todo el tiempo de los principios y de los finales». «Todas las comedias románticas cuentan cómo los protagonistas se conocen y se enamoran», retomaba la actriz. «Y si no, es una relación tormentosa en medio de un divorcio, tipo ‘Kramer contra Kramer’». Pero en esta película los protagonistas aprovechan su última noche en Grecia para dar un largo paseo y disfrutar de la noche de hotel que les ha regalado una pareja de amigos. Durante ese recorrido, plagado de humor amargo, ambos se reprochan los errores de la relación.


«Lo grandioso de estas películas es que no tienen final», reconocía Delpy. «Aunque habrá un final, como todo en la vida lo tiene. Sé que no me creéis, pero nunca leo la última página de los libros». «Yo adoro los finales», decía Linklater. «Son mi parte favorita», añadía Hawke. «La única página final que he leído recientemente es la de ‘Alicia en el país de las maravilas’», finalizaba la actriz.

El tercer hombre (Carol Reed, 1949)


"Recuerda lo que dijo no sé quién: en Italia, en treinta años de dominación de los Borgia, hubo guerras matanzas, asesinatos... Pero también Miguel Ángel, Leonardo y el Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron quinientos años de amor, democracia y paz. ¿Y cuál fue el resultado? ¡El reloj de cuco!"

"hoy en día nadie piensa en términos de seres humanos, los gobiernos no lo hacen, por qué nosotros sí?, hablan del pueblo y del proletariado y yo de los tontos y los peleles que viene a ser lo mismo, ellos tienen sus planes quinquenales, yo también."

“Ah, usted es Holly Martins. Me encantan sus novelas porque puedo pensar en otras cosas mientras las leo”.



"por favor no continúe imaginandoselo como usted deseaba que fuera, Harry era un ser real"


"Él nunca se hizo mayor, fue el mundo el que envejeció  en torno a él."

"—¿Víctimas? No seas melodramático. Mira ahí abajo. ¿De verdad sentirías compasión por alguno de esos puntitos si dejara de moverse para siempre?"


Petite Fleur - Sidney Bechet.-




El clarinete de Sidney Bechet no tiene parangón en ningún otro jazzista que yo conozca. Ya era excepcional en Estados Unidos pero cuando se afrancesó tomó otra dimensión y se adornó con unos matices europeos realmente insospechados. El tema que traemos hoy "Petite Fleur" (Pequeña flor) es una buena muestra de ello, es una canción instrumental de 1952, compuesta por el propio Sidney Bechet cuando residía en Francia. El tema resultó un exitazo y se convirtió en todo un clásico del jazz. En otros sitios cuando uno habla de jazz se habla de los grandes saxofonistas o de las grandes orquestas, pero en Francia el rey es Sidney Bechet, asi que disfrutemos de "Petite fleur" y veamos si los gabachos tienen o no razón.
Petite fleur