viernes, 3 de octubre de 2014

Poema "Biografía" - Gabriel Celaya

L'information scolaire - 1956 - Robert Doisneau



Biografía

No cojas la cuchara con la mano izquierda.
No pongas los codos en la mesa. 
Dobla bien la servilleta. 
Eso, para empezar.  

Extraiga la raíz cuadrada de tres mil trescientos trece. 
¿Dónde está Tanganika? ¿Qué año nació Cervantes?
Le pondré un cero en conducta si habla con su compañero. 
Eso, para seguir.  

¿Le parece a usted correcto que un ingeniero haga versos?
La cultura es un adorno y el negocio es el negocio. 
Si sigues con esa chica, te cerraremos las puertas. 
Eso, para vivir.  

No seas tan loco. Sé educado. Sé correcto. 
No bebas. No fumes. No tosas. No respires. 
¡Ay sí, no respirar! Dar el no a todos los nos. 
Y descansar: Morir.  


Gabriel Celaya fotografiado por Alberto Schommer
Su nombre completo era Rafael Gabriel Juan Múgica Celaya Leceta y nació en Hernani (Guipúzcoa) en 1911. Estuvo en la Residencia de Estudiantes donde recibió la influencia de Federico García Lorca entre otros, contactos decisivos que lo llevaron a volcarse en escribir y con el tiempo a abandonar su profesión de ingeniero y su cargo en la empresa familiar, tensión que queda patente en el poema anterior. Se le puede considerar uno de los mas destacados representantes de la denominada "poesía comprometida". En el año 1986 recibió el Premio Nacional de las Letras Españolas, falleciendo en 1991.


"Pensadlo: ser poeta no es decirse a sí mismo. Es asumir la pena de todo lo existente, es hablar por los otros..."

"Cantemos como quien respira. Hablemos de lo que cada día nos ocupa. Nada de lo humano debe quedar fuera de nuestra obra. En el poema debe haber barro, con perdón de los poetas “poetísimos”. La poesía no es un fin en sí. La poesía es un instrumento, entre otros, para transformar el mundo"

"...Y me siento de pronto, levantado, gritando: Os amo, os odio, os muerdo, os desprecio, os abrazo con asco, con nostalgia. No sé más. Perdonadme."


Y para finalizar otro poema suyo:


El toque delicado

Si toco en mi dolor, todo lo siento
mío, mío, perdido vagamente.
Si toco en el dolor más de repente
me vuelvo a las estrellas y a lo bello,
yo siento el corazón que aquí me quema
como un mero detalle en el sistema.


Y uno de sus poemas en labios de Serrat: