miércoles, 22 de octubre de 2014

Diógenes y los ladrones




Diógenes de Sinope, siempre era inconveniente, o como dirían ahora "politicamente incorrecto" por la simple razón de decir las cosas tal y como las sentía. Ya tenía que ser curioso verlo caminar por las calles con su farol, tal como lo muestra el pintor Jacob Jordaens en el cuadro que ilustra la entrada, mientras pregonaba ¡Busco un hombre!. Cuando le decían que la ciudad estaba llena de hombres, el respondía: "Busco a un hombre de verdad, uno que viva por sí mismo".  Buscaba de esta manera algo tan aparentemente común como un hombre honesto, que no tuviera que hacer renuncias inaceptables, a su modo de ver, para vivir. Ahora no sería una mala idea que por determinados barrios financieros se paseara algún Diógenes redivivo con su linterna; su busqueda sería igual de imposible, pero su carga simbólica sería fantástica. El caso es que en su día, hace ya la friolera de 2350 años, más o menos, se encontró nuestro cínico amigo con unos comerciantes, quien sabe si prestamistas, que llevaban a un ladronzuelo de poca monta ante la justicia, ante aquella imagen y fiel a su afilado ingenio comentó:

"Los grandes ladrones han apresado al menor de todos ellos"

Nada nuevo bajo el sol... el pan nuestro de cada día ya se comía en la Grecia clásica.

El cuadro con título "Diógenes buscando un hombre honesto" es como decíamos obra del pintor flamenco Jacob Jordaens y actualmente se expone en la Gemäldegalerie Alte Meister, de la ciudad alemana de Dresde. 

Fotografía tomada de Wikimedia Commons