viernes, 27 de marzo de 2015

"La naranja mecánica" y la novena sinfonía de Beethoven




"Qué paz, qué paz celestial, era la suntuosidad y la untuosidad hechas carne, como un pájaro de un raro metal celeste o como un vino de plata fluyendo en una nave espacial. La ley de la gravedad ya no cuenta para nada, mientras escuchaba, vi imágenes maravillosas"

Esas eran las palabras de Alex, el controvertido personaje al que daba vida Malcolm McDowell en "La naranja mecánica" (Kubrick - 1971), mientras escuchaba en su cuarto la novena sinfonía de Beethoven, La audición de esa pieza era para el personaje un placer absoluto, pero cuando sus desmanes le llevan a tener que ser sometido al experimental "Tratamiento Ludovico" este logra hacerle dejar atrás su exacerbada violencia, de forma tan radical que ni tan siquiera es capaz de usarla para defenderse; por supuesto tampoco es capaz de tocar a una mujer desnuda, pero también le procura un indeseable efecto secundario para él, a raíz del tratamiento es incapaz de disfrutar de su sinfonía predilecta sin sentir arcadas. 

"Me desperté... los dolores y las náuseas volvieron a mí como una fiera... entonces comprendí lo que pasaba, la música que sonaba abajo era la de mi viejo amigo Ludwig Van y su terrible Novena Sinfonía... de pronto videé lo que tenía que hacer, lo que quería de verdad hacer, evaporarme de una vez, largarme para siempre de este mundo cruel y sin piedad, un instante de dolor una vez y después el suelo para siempre por los siglos de los siglos"




martes, 17 de marzo de 2015

Fragmento de "Rayuela" (Julio Cortazar - 1963)




 "No estábamos enamorados, hacíamos el amor con un virtuosismo desapegado y crítico, pero después caíamos en silencios terribles y la espuma de los vasos de cerveza se iba poniendo como estopa, se entibiaba y contraía mientras nos mirábamos y sentíamos que eso era el tiempo. La Maga acababa por levantarse y daba inútiles vueltas por la pieza. Más de una vez la vi admirar su cuerpo en el espejo, tomarse los senos con las manos como las estatuillas sirias y pasarse los ojos por la piel en una lenta caricia. Nunca pude resistir el deseo de llamarla a mi lado, sentirla caer poco a poco sobre mí, desdoblarse otra vez después de haber estado por un momento tan sola y tan enamorada frente a la eternidad de su cuerpo."


En la fotografía se puede ver una reproducción de la Venus de Medici.

sábado, 14 de marzo de 2015

Fragmento de "Como agua para chocolate" - (Laura Esquivel - 1989)





"Mi abuela tenía una teoría muy interesante; decía que todos nacemos con una caja de fósforos adentro, pero que no podemos encenderlos solos... necesitamos la ayuda del oxígeno y una vela. En este caso el oxígeno, por ejemplo, vendría del aliento de la persona que amamos; la vela podría ser cualquier tipo de comida, música, caricia, palabra o sonido que engendre la explosión que encenderá uno de los fósforos. Por un momento, nos deslumbra una emoción intensa. Una tibieza placentera crece dentro de nosotros, desvaneciéndose a medida que pasa el tiempo, hasta que llega una nueva explosión a revivirla. Cada persona tiene que descubrir qué disparará esas explosiones para poder vivir, puesto que la combustión que ocurre cuando uno de los fósforos se enciende es lo que nutre al alma. Ese fuego, en resumen, es su alimento. Si uno no averigua a tiempo qué cosa inicia esas explosiones, la caja de fósforos se humedece y ni uno solo de los fósforos se encenderá nunca."

jueves, 12 de marzo de 2015

Arthur Rubinstein por él mismo (Citas):




No son pocos los que mantienen que el mejor pianista del pasado siglo era el ruso Vladimir Horowitz, pero siempre hay alguien más, ese alguien bien podría ser el genial pianista polaco Arthur Rubinstein que era diametralmente opuesto en su forma de entender todo a Horowitz. Este último era una verdadera máquina tocando, era impensable que fallara una nota, le faltaban horas para practicar, era más bien depresivo y sus actuaciones perfectas pero sin alma; en cambio Rubinstein era vital, despreocupado, amante de la vida y sus placeres (Thomas Mann le calificó como "virtuoso feliz") y sus ejecuciones podían no ser tan exactas como las de Horowitz, pero estaban rebosantes de  energía y de eso que llaman alma. Evidentemente la música que se ejecuta sin alma es menos música. El mismo Rubinstein decía: 

"Hay algo que sale, que emana de mí. De mi emoción, no de mí, del sentimiento. Si le gusta puede llamarlo alma. No sé qué es el alma, pero es una palabra que se usa muchísimo sin saber lo que representa realmente. Este algo, déjeme llamarlo alma de momento si le parece bien. Proyecta algo que yo siento. Siento que está haciéndolo. De repente pone al público en mis manos. Hay un momento en que los siento a todos aquí. Puedo hacer cualquier cosa. Puedo retenerlos como una notita en el aire. Y no respirarán porque van a esperar a ver qué es lo que pasa después. Eso es un gran momento. No siempre sucede. Pero cuando sucede es un gran momento de nuestras vidas."

Otras frases suyas:

"Hacer música es como hacer el amor; el acto es siempre el mismo, pero en cada ocasión es diferente."

"En mi opinión, la mayoría de las personas tienen un concepto poco realista de la felicidad, pues invariablemente emplean la fatal conjunción condicional "si". Les oímos decir: Yo sería feliz si fuera rico; o si esa mujer me amara; o bien: si tuviera yo talento o si tuviera buena salud. A menudo, tales personas alcanzan su objetivo, pero entonces descubren otras circunstancias condicionales. Por mi parte, yo amo la vida, para bien o para mal, incondicionalmente."

"Por supuesto no hay una fórmula para el éxito excepto, tal vez, aceptar incondicionalmente la vida y todo lo que trae consigo".

"Soy un hombre feliz por tener una profesión que me permite viajar tanto. Y también puedo hablar de fortuna al decir que soy pianista. Un gran instrumento el piano, lo suficientemente grande para no poder llevárselo. En lugar de practicar puedo leer, comer, beber y dedicarme a otras actividades. ¿No soy un hombre afortunado?"
Sabía reírse de sí mismo, no cabe duda

"No tenemos derecho a juzgar lo que no somos capaces de entender"

"Una mujer es como un puro: hay que encenderla a menudo."

"Un hombre no está alegre si antes no ha sentido el dolor."

"He descubierto que si amas la vida, ésta te amará a ti".

"Estaba en un hotel en Berlín en el que ya no podía pagar mi habitación. La mujer a la que amaba muchísimo estaba casada y me prometió divorciarse. No lo hizo y rompió conmigo. No me atrevía a hablarles de esto a mis padres. Estaba completamente aislado de ellos, nadie sabía dónde estaba. Intenté suicidarme y sigo estando vivo; vamos, que no funcionó. Intenté ahorcarme y me caí al suelo. Era infeliz y toqué un poco el piano y luego tenía mucha hambre. Cuando salía a la calle, había vuelto a nacer de alguna manera. Estaba renunciando a mi vida y luego la recuperé. Pero esa recuperación fue muy extraña. Me di cuenta de lo tonto que era antes, de que la vida no depende en absoluto de cosas como no pagar un hotel, o como que una mujer te deje o que la carrera se interrumpa. La vida es lo que te da. Está delante de ti."


Y ahora seguiré disfrutando de su interpretación de los nocturnos de su paisano Chopin, que es lo que me llevó a dedicarle esta entrada -quería compartir el placer-. A vosotros os dejo con esta interpretación suya de una de las Polonesas de Don Federico:


Palabra de Cine: Annie Hall (Woody Allen - 1977)




"…Después se nos hizo tarde, los dos nos teníamos que marchar, pero fue magnífico volver a ver a Annie. Me di cuenta de lo maravillosa que era y de lo divertido que era tratarla, y recordé aquel viejo chiste, aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice: 

"Doctor, mi hermano está loco, cree que es una gallina". 
El doctor contesta: 
"¿Lo ha llevado a un médico?" 
y el tipo le dice:
"Lo haría, pero necesito los huevos". 

Pues eso, más o menos es lo que pienso sobre las relaciones humanas, ¿saben?.Son totalmente irracionales y locas, y absurdas, pero... supongo que continuamos manteniéndolas porque, la mayoría, "necesitamos los huevos".

Mejor verlo:






Título original: Annie Hall
Año: 1977
Duración: 94 min.
País: Estados Unidos 
Director: Woody Allen

Reparto: Woody Allen, Diane Keaton, Tony Roberts, Carol Kane, Paul Simon, Janet Margolin, Shelley Duvall, Christopher Walken, Colleen Dewhurst, Sigourney Weaver

Productora: United Artists presents a Jack Rollins / Charles H. Joffe Production
Fotografía: Gordon Willis
Guión: Woody Allen & Marshall Brickman
Premios:
1977: 4 Oscars: Película, director, guión original, actriz (Diane Keaton). 5 nom.
1977: Globos de Oro: Mejor actriz musical/comedia (Keaton). 5 nominaciones
1977: BAFTA: Mejor película

martes, 10 de marzo de 2015

Palabra de Cine: "Doce Monos" - (1995 - Terry Gilliam)




"La verdad es que muy pocos de nosotros somos enfermos mentales. No digo que tú no lo seas. Por lo que yo sé tú estás.... ¡estás más loco que una cabra! Pero no estás aquí por eso, no estás aquí por eso, ¡¡No estás por eso!! Estás aquí por el Sistema. Ahí está la tele. Todo está ahí, todo esta ahí. Mira, escucha, arrodíllate, reza los anuncios. Ya no somos productivos, ya no nos necesitan para hacer cosas, todo está automatizado. ¿Para qué estamos aquí? Somos consumidores, Jim. De acuerdo, compra muchas cosas y serás un buen ciudadano, pero si no compras muchas cosas, si no compras ¿qué es lo que eres? Pregunto ¿Qué? Un enfermo mental. Los hechos, Jim, los hechos. Si no compras cosas: papel de vater, coches nuevos, batidoras computerizadas, artilugios sexuales eléctricos, sistemas de sonido con auriculares en el cerebro, destornilladores con dispositivo de radar incorporado, ordenadores activados por voz..."

Jeffrey Goines (Brad Pitt)





"- ¿Sabes lo que es 'locura'? Locura son las reglas de la mayoría, si... Los microbios, por ejemplo.
- ¿Microbios?
- Sí... en el siglo XVIII no existían, ninguno, nada, ¿quién iba a pensar una cosa así? Ninguna persona cuerda, al menos... Y llega ese médico, eh... hmm... ¡Semmelweis! Semmelweis... llega Semmelweis e intenta convencer a otra gente, sobre todo a otros médicos, de que existen esas cositas chiquititas y malas llamadas 'microbios', que se meten en tu cuerpo y te ponen enfermo, ¿eh?. E intenta conseguir que los médicos se laven las manos. ¿Qué le pasa a ese tío, está loco? "Esas cositas invisibles, ¿cómo se llaman? eh, uh...¿microbios? ¿eh?" Y ahora salta al siglo XX, la semana pasada en concreto, antes de que me metieran en esta ratonera. Fui a tomar una hamburguesa a ese garito de fast-food, se le cae al suelo a aquel tío, la recoge, la limpia un poco, y me la da como si no pasara nada. "¿Y los microbios?" le digo yo, y él dice "No creo en los microbios, los microbios sólo son un rollo que se inventan para vender desinfectantes y jabones". En fin, está loco, ¿verdad?, ¿ves?. No hay bien ni hay mal, sólo hay opinión popular... Tú crees en los microbios, ¿verdad?·

Jeffrey Goines (Brad Pitt) a James Cole (Bruce Willis)



Título original: Twelve Monkeys (12 Monkeys)
Año: 1995
Duración: 130 min.
País: Estados Unidos 
Director: Terry Gilliam

Reparto: Bruce Willis, Madeleine Stowe, Brad Pitt, Christopher Plummer, Jon Seda, Joseph Melito, David Morse, Michael Chance, Vernon Campbell, H. Michael Walls, Bob Adrian, Simon Jones, Carol Florence, Bill Raymond, Ernest Abuba, Irma St. Paule, Joey Perillo

Productora: Universal Pictures
Guión: David Peoples, Janet Peoples (Historia: Chris Marker)
Música: Paul Buckmaster
Fotografía: Roger Pratt

Premios:
1995: 2 nominaciones al Oscar: Mejor actor de reparto (Brad Pitt), vestuario
1995: Globo de Oro: Mejor actor de reparto (Brad Pitt)

domingo, 8 de marzo de 2015

Mario Benedetti.- Si Dios fuera mujer




¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.


Imagen: Edvard Munch

Palabra de Cine: El indomable Will Hunting (Gus van Sant - 1997)




"¿Por qué no debería trabajar para ustedes? Pregunta difícil... pero intentaré responderla... imaginemos que empiezo a trabajar y me ponen un código sobre la mesa, uno con el que nadie puede, yo intento descifrarlo y lo consigo, y me siento satisfecho porque he hecho bien mi trabajo, pero a lo mejor ese código era la situación de un ejército rebelde en el norte de África, y en cuanto han localizado su escondite bombardean el pueblo donde se esconden los rebeldes, mueren quinientas personas a las que no conocía y con las que no tenía ningún problema, y luego los políticos dicen 'enviemos a los marines para asegurar el área' aunque les importa una mierda, no serán sus hijos los que vayan a morir, los suyos tienen recomendación y se pegan la vida madre en la guardia nacional... será un chico de Southfield al que llenarán el culo de metralla y cuando vuelva descubrirá que la planta en la que trabajaba ha sido trasladada al país del que acaba de volver, y el tipo que le llenó el culo de metralla le ha quitado el trabajo porque lo hará por quince centavos al día y sin pausas para mear... y luego el chico comprende que el único motivo por el que lo enviaron allí fue para instaurar un gobierno que nos vendería el petróleo a buen precio, y las compañías petrolíferas han aprovechado el conflicto para disparar el precio de la gasolina, lo que supone un hermoso beneficio para ellas, de modo que a mi colega no le ha servido de nada, así que se toman su tiempo para traer el petróleo nuevo, y se toman la libertad de contratar a un capitán mercante borracho al que le gusta darle al Martini y hacer slalom sobre los icebergs, a medio camino choca con uno, derrama el petróleo y se carga la fauna del atlántico norte... mi colega está en el paro, no puede pagar la gasolina y va andando a buscar empleo y eso le putea porque la metralla del culo le ha provocado hemorroides, y está muerto de hambre porque cuando va a comer, el único plato del día que sirven es pescado del atlántico norte al aceite de motor... ¿Qué que me parece? creo que puedo montármelo mejor, pienso "¡que coño!" ya puestos, ¿por qué no me cargo a mi colega? le quito su trabajo, se lo doy a su enemigo, subo la gasolina, bombardeo un pueblo, mato a una foca a golpes, fumo maría y me apunto a la guardia nacional... ¡podría llegar a presidente!"


Mejor verlo:



Ficha de la Película:

TÍTULO ORIGINAL: Good Will Hunting AÑO 1997

REPARTO: Matt Damon, Robin Williams, Minnie Driver, Ben Affleck, Stellan Skarsgård, Philip Williams, Casey Affleck, Cole Hauser, John Mighton, Rachel Majorowski, Colleen McCauley

DURACIÓN: 126 min. PAÍS: EEUU
DIRECTOR: Gus Van Sant
GUIÓN: Matt Damon, Ben Affleck

PREMIOS 
1997: 2 Oscars: Mejor guión original, actor secundario (Robin Williams). 9 Nominaciones
1997: Globo de Oro: Mejor guión. 4 nominaciones
1997: National Board of Review: Premios Especial por su aportación (Damon & Affleck)

MÚSICA: Danny Elfman

FOTOGRAFÍA: Jean-Yves Escoffier
PRODUCTORA: Miramax International presenta una producción Lawrence Bender

viernes, 6 de marzo de 2015

Palabra de Cine: "El séptimo sello" (Ingmar Bergman - 1957)



Diálogo entre Antonius Block y La Muerte en el confesionario

— Quiero confesarme y no sé qué decir. Mi corazón está vacío. El vacío es como un espejo puesto delante de mi rostro. Me veo a mí mismo y, al contemplarlo, siento un profundo desprecio de mi ser. Por mi indiferencia hacia los hombres y las cosas me he alejado de la sociedad en que viví. Ahora habito un mundo de fantasmas. Prisionero de fantasías y ensueños.

— Y, a pesar de todo, no quieres morir.
— Sí, quiero.
— Entonces, ¿qué esperas?
— Deseo saber qué hay después.
— Buscas garantías.
— Llámalo como quieras. ¿Por qué la cruel imposibilidad de alcanzar a Dios con nuestros sentidos? ¿Por qué se nos esconde en una oscura nebulosa de promesas que no hemos oído y milagros que no hemos visto? Si desconfiamos una y otra vez de nosotros mismos, ¿Cómo vamos a fiarnos de los creyentes? ¿Qué va a ser de nosotros, los que queremos creer y no podemos? ¿Por qué no logro matar a Dios en mí? ¿Por qué sigue habitando en mi ser? ¿Por qué me acompaña humilde y sufrido, a pesar de mis maldiciones que pretenden eliminarlo de mi corazón? ¿Por qué sigue siendo a pesar de todo una realidad, que se burla de mí y de la que no me puedo liberar? ¿Me oyes?
— Te oigo.
— Yo quiero entender, no creer. No debemos afirmar lo que no se logra demostrar. Quiero que Dios me tienda su mano, vuelva su rostro hacia mi y me hable.
— Pero continúa en silencio.
— Clamo a él en las tinieblas y desde las tinieblas nadie contesta a mis clamores.
— Tal vez no haya nadie.
— Pero entonces la vida perdería su sentido. Nadie puede vivir mirando a la muerte y sabiendo que camina hacia la nada.
— La mayoría de los hombres no piensan en la muerte ni en la nada.
— Pero un día, llegan al borde de la vida y tienen que enfrentarse a las tinieblas.
— Sí. Y cuando llegan...
— Calla. Sé lo que vas a decir. Que el miedo nos hace crear una imagen salvadora. Y esa imagen es lo que llamamos Dios.
— Te estás preocupando.

Mejor en el vídeo donde se ve la escena completa:





Diálogo entre Jöns y Plog, el herrero

— ¡Vaya, lloriquea de nuevo!
— Tal vez la ame.
— ¿Tal vez la ames? Escucha idiota. Amor es otra palabra para lujuria; más lujuria, más lujuria, más mucha decepción, falsedad y artilugios.
— Pero de todas maneras duele.
— El amor es la más negra de todas las pestes. Si se muriera de amor, habría alegría. Pero casi siempre pasa.
— No, el mío no pasará.
— ¡Ah, sí! ¡El tuyo también! Sólo unos cuantos estúpidos mueren de amor. Si todo es imperfecto en este mundo imperfecto, el amor es lo más perfecto de todo, precisamente por su perfecta imperfección.
— Tienes suerte de tener una lengua tan fluida como para creer tus propias habladurías.
— ¿Quién dijo que las creía? Pero adoro dar buenos consejos. Pide uno, tendrás dos. Soy versado.


Bergman decía sobre el origen de la película: 

“La idea de El Séptimo Sello me vino contemplando los motivos de pinturas medievales: los juglares, la peste, los flagelantes, la muerte que juega ajedrez, las hogueras para quemar a las brujas y las Cruzadas.(...) Es un intento de poesía moderna, que traduce las experiencias vitales de un hombre moderno en una forma que trata muy libremente los hechos medievales.(...) En el Medievo los hombres vivían en el temor de la peste. Hoy viven en el temor de la bomba atómica. El Séptimo Sello es una alegoría con un tema muy sencillo: el hombre, su eterna búsqueda de Dios y la muerte como única seguridad.”


jueves, 5 de marzo de 2015

Fragmentos de la adaptación literaria de "El club de los poetas muertos"




Lo normal es que una película, su guión, tenga como base una obra literaria y no al contrario, pero como en todo, hay excepciones y ese es el caso de este libro de Nancy H. Kleinbaum que se basa de una manera bastante fiel en el guión que  para la película "El club de los poetas muertos" (1989 - Peter Weir) escribió Tom Schulman y que merecidamente le valió el Oscar al mejor guión original (el libro es de 1991 y el film de 1989). Supongo que había que hacer caja con el enorme éxito de la película; en cualquier caso siempre es agradable recordar los acertados mensajes que esta película nos regalaba, y hoy con algunas diferencias y desde una perspectiva diferente, tal y como nos proponía el sabio profesor Keating, revisamos un par de las mejores escenas de la obra:

"Para sorpresa de los chicos, que estaban escuchando con interés, el señor Keating saltó de repente sobre su mesa.


-¿Por qué me he subido aquí arriba?

-¿Para sentirse más alto? -dijo Charlie.

-No, mi joven amigo, no ha acertado usted. Me he subido sobre la mesa para recordarme a mí mismo que tenemos que modificar constantemente la perspectiva desde la que miramos el mundo. Porque el mundo es diferente visto desde aquí. ¿No me creen? Pues levántense y vengan a comprobarlo. Vamos, todos ustedes... Por turno.

Keating bajó de su atalaya. Todos los alumnos, a excepción de Todd, se apelotonaron en la tarima y fueron subiendo cada uno a su vez, a veces dos o tres juntos, sobre la mesa del profesor.

-Si tienen ustedes alguna certeza -prosiguió Keating mientras algunos volvían ya a su lugar -, entonces oblíguense a considerar la cuestión desde una perspectiva diferente, incluso aunque eso les parezca idiota o absurdo. Cuando lean, no se limiten a lo que dice el autor, traten de analizar lo que ustedes experimentan. Tienen que hacer el esfuerzo de encontrar otros caminos, señores, y cuanto más tarden en hacerlo menos posibilidades tendrán de alcanzar sus objetivos. Citando a Thoreau: "La mayoría de los hombres lleva una vida de tranquila desesperanza". ¿Por qué resignarse a ello? Partan en busca de nuevas tierras"

Otra de las escenas:

"Pitts se aclaró la voz:

Recoged ahora las rosas de la vida
porque el tiempo jamás suspende su vuelo
y esta flor que hoy se abre
mañana estará marchita.

Se detuvo.

-"Recoger ahora las flores de la vida" -repitió Keating-. La expresión latina que ilustra este tema es carpe diem. ¿Alguien sabe lo que significa?

-¿Carpe diem? -dijo Meeks, inigualable en latín-. Aprovecha el tiempo presente. 

-Excelente, ¿señor...?

-Meeks.

-Aprovecha el tiempo presente -repitió Keating-. ¿Por qué escribe eso el poeta?

-¿Porque tiene prisa? -dijo al azar un alumno, provocando nuevas risitas. 

-¡No, señores! ¿Alguna otra sugerencia? Pues bien, porque todos nosotros en tanto que existimos estamos condenados a que se nos coman los gusanos -dijo Keating mirando a sus alumnos-. Porque estamos condenados a no conocer más que un número reducido de primaveras, veranos y otoños. Un día, por increíble que eso pueda parecer a sus robustas constituciones, este corazón que se agita en nuestro pecho dejará de latir y exhalaremos el último suspiro"


Pero evidentemente la película, el original, guarda un encanto especial. Os dejo una de las escenas noveladas en su versión fílmica para que comparéis: