sábado, 31 de diciembre de 2016

¿Quién querría casarse con Marilyn?



Puede que por la falta de cariño y abandono que siempre sufrió Marilyn, a los veinticinco años, cuando todavía no era famosa y solo podía ganarse unos dolares como modelo pin-up, seguía preguntándose quien podría quererla como esposa. Es cierto que a esa edad Marilyn ya había estado casada durante unos años con Jim Dougherty, pero la relación terminó fracasando y de nuevo se vio sola, un nuevo revés en su vida, que pudo ser la razón que la llevara a decir: 

"No sé hacer la compra, ni la comida. Soy incapaz de coger los puntos saltados de una media. Lo único que sé es actuar ante las cámaras y no creo que eso influya mucho en el espíritu de un hombre que aspira a tener a una buena y eficiente esposa"

No era una idea nueva; recordaba que ya a los catorce años, después de una cita con un chico bastante mayor tuvo la misma sensación:

"Durante toda la velada me esforcé  en obrar como una chica mayor, y solo logré poner de manifiesto mi corta edad. Fue después de aquel incidente cuando me pregunté por primera vez: ¿Quién querrá casarse conmigo?"

No todo eran dudas, y a pesar de los reveses era capaz también de sentenciar: "Prefiero la tranquilidad de la soledad que la decepción de una mala compañía" y a aconsejar:

"Cásate con el que sepa lo ridícula que puedes llegar a ser y aún así te ame" 

La imagen está tomada de la siguiente página: 

¡La vida debería ser al revés! - Quino




“¡La vida debería ser al revés! Se debería empezar muriendo y así ese trauma está superado; luego te despiertas en una residencia mejorando día a día… después te echan de la residencia porque ya estás bien, y lo primero que haces es cobrar tu pensión! Luego en tu primer día de trabajo te dan un reloj de oro… Trabajas 40 años hasta que seas lo bastante joven como para disfrutar de tu retiro laboral; entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, practicas el sexo y te preparas para empezar a estudiar. Luego empiezas el colegio, jugando con tus amigos sin ningún tipo de obligación, hasta que seas bebé. Y te pasas los últimos nueve meses flotando tranquilo, con calefacción central, servicio de habitaciones, etc. Y al final abandonas este mundo en un gran orgasmo!”


La frase es del gran humorista argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón, el creador de Mafalda y más conocido por todos como Quino. Su propuesta sería algo así como "El curioso caso de Benjamin Button", aquel cuento que escribiera Fitzgerald y que hace poco fue llevado al cine con bastante acierto (2008 - David Fincher), aunque creo que el final de esta historia no terminaba de forma tan apoteósica como la propuesta por Quino....

La imagen ha sido tomada de la siguiente página:
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